Hace un tiempo, mientras disfrutaba de un té de media tarde en mi rincón favorito de la casa, noté una sensación peculiar. No era el usual estrés que siento cuando un proyecto de diseño se está retrasando, ni tampoco el cansancio de equilibrar la vida laboral y familiar.
Era algo más profundo, más íntimo, como si mi cuerpo intentara enviarme un mensaje cifrado. Esa noche, mientras cenábamos en familia, mencioné casualmente lo que estaba sintiendo. Ignacia, mi hija mayor, con esa madurez que a veces me asombra, me miró y dijo: "Mamá, ¿no será la menopausia?". Esa frase me hizo detenerme por un momento. Nunca había considerado esa posibilidad tan cercana, pero, al reflexionar, todo empezaba a tener sentido.
Si te encuentras en una situación similar, es importante entender que la menopausia es una etapa natural de la vida de todas las mujeres. Puede presentarse de diferentes maneras, y aunque cada experiencia es única, hay señales comunes que muchas de nosotras compartimos. Hoy, quiero hablarte de esas señales, cómo me afectaron y, sobre todo, qué he descubierto que realmente ayuda a sobrellevarlas.
1. Signos de la menopausia: Cambios en el ciclo menstrual
La primera señal que me hizo sospechar fue la irregularidad de mi ciclo menstrual. Como muchas mujeres, siempre había tenido un ciclo bastante regular, pero de repente, mis periodos empezaron a acortarse y luego a espaciarse. Al principio, no le di mucha importancia, pensando que se debía al estrés del trabajo o a la falta de sueño (con dos hijos en la universidad y mi carrera de diseño, no es raro). Sin embargo, cuando me di cuenta de que los ciclos se volvían cada vez más impredecibles, comprendí que era el inicio de una nueva etapa. Es importante llevar un registro de tu ciclo en este período de la vida; te ayudará a comprender mejor lo que está sucediendo en tu cuerpo y a prepararte para lo que viene.
2. Signos de la menopausia: Sofocos y sudoración nocturna
Ahhh, los sofocos... Recuerdo la primera vez que me desperté en medio de la noche, empapada en sudor, sintiéndome como si acabara de correr un maratón. Al principio, pensé que era un simple malestar nocturno, pero luego se convirtió en algo recurrente. Una noche, mientras me cambiaba por tercera vez de pijama, Martín entró en mi habitación preocupado, preguntándome si estaba enferma. Ese fue el momento en que supe que no estaba enfrentando un simple problema pasajero, sino que había llegado a la temida fase de los sofocos.
Descubrí que hay formas de mitigar estos síntomas. Por ejemplo, mantener la habitación fresca, usar ropa de algodón ligera, e incluso cambiar tu rutina de cuidado nocturno pueden marcar la diferencia. Mi ritual antes de acostarme incluye un baño tibio y, por supuesto, mi guante exfoliante de seda cruda de Be Moryx, que me ayuda a relajarme y a preparar mi piel para la noche.
3. Signos de la menopausia: Cambios en la piel
La piel es uno de los primeros lugares donde notamos los efectos de la menopausia. De repente, mi piel, que siempre había sido bastante hidratada, comenzó a sentirse más seca, más tirante. Noté que las líneas de expresión se marcaban con más facilidad y que mi piel se veía apagada. En ese momento, entendí que necesitaba hacer algo para recuperar esa luminosidad perdida.
Aquí es donde entran los productos adecuados. Comencé a investigar y descubrí que durante la menopausia, nuestra piel pierde colágeno y elasticidad, lo que la hace más propensa a la sequedad y las arrugas. Fue entonces cuando me volví una fan incondicional de la crema Antiage de Be Moryx. Con sus ingredientes como la proteína de seda y el ácido hialurónico, noté cómo mi piel recuperaba su suavidad y brillo. Y lo mejor de todo es que la crema es tan versátil que la uso tanto de día como de noche, integrándola fácilmente en mi rutina diaria.
4. Signos de la menopausia: Insomnio y cambios en el sueño
El insomnio es otra de las señales de que la menopausia está cerca. Recuerdo esas noches en las que me encontraba despierta a las 3 de la madrugada, mirando el techo y preguntándome por qué mi cuerpo no podía simplemente descansar. A veces, me levantaba y aprovechaba para adelantar un poco de trabajo, pero otras, me quedaba en la cama frustrada por no poder dormir.
Me di cuenta de que necesitaba ser más proactiva en mi rutina nocturna. Ahora, antes de dormir, apago todos los dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarme y me aseguro de que mi piel esté perfectamente limpia e hidratada. Un pequeño masaje con la crema Antiage de Be Moryx me ayuda a relajarme, y he notado que estas simples prácticas han mejorado significativamente mi calidad de sueño.
5. Signos de la menopausia: Cambios de humor y ansiedad
Si alguna vez has sentido que de repente te conviertes en una montaña rusa emocional, no estás sola. La menopausia puede causar cambios de humor inesperados. Recuerdo un día en particular en el que, después de una discusión menor con Ignacia sobre algo tan trivial como qué serie ver en Netflix, me encontré llorando en la cocina. No entendía por qué estaba tan sensible, pero luego comprendí que todo era parte de este proceso natural.
Aceptar que estos cambios son normales es clave. Para mí, lo más importante fue reconocer cuándo me sentía abrumada y tomarme un tiempo para mí. Esto podía significar simplemente sentarme en mi rincón favorito con una taza de té y hacer una pausa. También me di cuenta de que cuidar mi espíritu o yo interior, a través del control de la respiración con prácticas de yoga y meditación en cada mañana se convirtió en un momento de tranquilidad y reconexión conmigo misma.
6. Signos de la menopausia: Aumento de peso y cambios en la figura
El aumento de peso es un tema delicado, pero común durante la menopausia. Noté que, a pesar de mantener mi misma dieta y rutina de ejercicios, mi cuerpo comenzó a cambiar. La ropa me quedaba diferente y sentí que mi metabolismo había disminuido.
Fue entonces cuando decidí hacer algunos ajustes. En lugar de desesperarme, comencé a enfocarme en actividades físicas que realmente disfruto, como el yoga, que además me ayuda a mantener la calma y la flexibilidad. También ajusté mi dieta para incluir más alimentos ricos en antioxidantes, como las frutas y verduras, que benefician tanto mi salud interna como la de mi piel.
7. Signos de la menopausia: Pérdida de cabello y cambios en la textura
Finalmente, uno de los cambios que más me afectó fue la pérdida de volumen en mi cabello. Siempre había estado orgullosa de mi melena, pero comencé a notar que mi cabello estaba más fino y quebradizo. Sabía que tenía que hacer algo para evitar que este cambio afectara mi autoestima.
Fue en ese momento que descubrí los beneficios de la seda cruda para el cabello. Comencé a usar el scrunchie de seda cruda de Be Moryx, que no solo protege mi cabello de la fricción y el daño, sino que también ayuda a mantenerlo suave y brillante. La diferencia ha sido notable, y ahora es un accesorio que no puede faltar en mi rutina diaria.
¿Qué hacer al respecto?
La menopausia es una etapa inevitable, pero eso no significa que no podamos atravesarla con gracia y cuidándonos más que nunca. Aceptar estos cambios es el primer paso, pero también es importante ser proactiva y adaptar nuestras rutinas para mantenernos saludables y felices. Invertir en productos de calidad, como los de Be Moryx, puede ser un gran aliado en esta etapa.
Recuerda que no estás sola en este viaje. Compartir nuestras experiencias nos fortalece, y cada pequeño gesto de autocuidado es un paso hacia el bienestar.
Si te ha gustado este post, te invito a seguir leyendo nuestro blog, donde compartiré más sobre mis experiencias, descubrimientos y consejos para navegar por la menopausia y otras etapas de la vida con confianza y belleza. ¡Nos vemos en el próximo post!
¡Cariños!
Magda.
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